El Acorazado "Almirante Latorre"

REVISTA MAR, Edición N°194 Año 2008, www.ligamar.cl/revis9/51.htm 
Sebastiano Milesi Sebástian, Ingeniero Comercial - Economista, Socio Liga Marítima de Chile

Introducción

Durante el gobierno de don Pedro Montt y con motivo del centenario de la Independencia de Chile, el Gobierno aprobó una ley, el 6 de Julio de 1910, que concedía un financiamiento de cuatrocientas mil libras esterlinas anuales con el propósito de mantener la construcción de naves de guerra de primera clase. Esa ley autorizó la construcción de dos acorazados de 28.000 toneladas cada uno, seis destructores de 1.500 toneladas y dos submarinos de 340 toneladas cada uno. Los acorazados se bautizarían con los nombres de ”Valparaíso” y “Santiago”. Sin embargo, el día 9 de Julio de 1912, fallecía en Viña del Mar el Almirante don Juan José Latorre, héroe de los combates de Chipana en Iquique (10 de Julio de 1879) y de Angamos (8 de Octubre de 1879), por lo que el gobierno resolvió cambiar el nombre del acorazado que llevaría el nombre de “Valparaíso” por el de “Almirante Latorre”. Paralelamente, se dispuso que el acorazado que llevaría el nombre de “Santiago” se cambiara por el de “Almirante Cochrane”.



El “Almirante Latorre” se comenzó a construir a fines de Noviembre de 1911 en los astilleros Armstrong Whithworth and Company de Newcastle on Tyne, Inglaterra, siendo el primer acorazado del mundo que se construyó con cañones de 14 pulgadas (35,56 centímetros de calibre). Fue lanzado al mar el 27 de Noviembre de 1913 en presencia del embajador don Agustín Edwards MacClure, siendo bautizado por su esposa que actuó de madrina, doña Olga Budge de Edwards. Asistieron a esta ceremonia, el Jefe de la Comisión Naval de Chile en Londres, Contraalmirante Joaquín Muñoz Hurtado y señora y todo el personal de las Comisiones Naval y Militar, representantes del Cuerpo Diplomático y de la nobleza.

Sus características más importantes eran:

Desplazamiento:

Liviano 26.698 toneladas métricas.
Normal (standard) 28.662 toneladas métricas.
Plena carga, 32.188 toneladas métricas (después de adicionársele bulges: 32.800 toneladas métricas).

Dimensiones:

Eslora:
- Entre perpendiculares: 625 pies.
- Línea de flotación: 654,1 pies.
- Total: 661 pies.
- Manga: 92 pies; con bulges, 98 pies. Calado:
- Liviano: 29,6 pies.
- Normal / máximo: 31,1 pies.
- Francobordo: 27 pies en el castillo de proa.
16 pies en el combés.
17,6 pies en la toldilla.
Altura de las torres de 14 pulgadas sobre el mar:
- Torre A: 30 pies.
- Torre B: 40 pies.
- Torre Q: 24 pies.
- Torre X: 33 pies.
- Torre Y: 23 pies.
Altura de las miras de las portillas de visión del puesto de mando blindado: 52,9 pies.
Altura de las chimeneas sobre la línea del mar: 86 pies.
Altura del mástil de proa: 122 pies.


Chilean First-Class Battleship “Almirante Latorre” Launched from the Elswick Shipyard of Sir W. G. Armstrong Whitworth & Co. Ltd. by Excellency Madame Edwards November 27 th, 1913

Armamento:
- Diez piezas de 14 pulgadas MK-1, en torres dobles, con 100 disparos por cañón.
- Dieciséis piezas simples de 6 pulgadas, 200 disparos por cañón.
- Dos piezas de 3 pulgadas antiaéreas, con 300 disparos por cañón.
- Directores primarios, originalmente Dreyer MK IV, luego AFCS MK1, en torre sobre el puente.
- Directores secundarios para las piezas de 6 pulgadas y taquimétricos para las piezas AA.

En 1931, cuatro cañones de 4 pulgadas Mark V antiaéreos, reemplazando las piezas de 3 pulgadas, trescientos disparos por cañón.

En 1943, números variables, pero al menos 20 cañones automáticos de 20 mm Oerlikon, antiaéreos, con al menos 2000 disparos por arma.

Detalles de las características de las piezas de 14 pulgadas:
- Peso cargado: 87 toneladas.
- Largo total: 648.4 pulgadas.
- Longitud del ánima: 45 calibres.
Construcción: Núcleo embobinado de acero (wire wounding) sobre un ánima fundida, en acero de alta resistencia (Vickers-Armstrong).
- Longitud de la recámara: 94.165 pulgadas.
- Diámetro de la recámara: 15 a 18.5 pulgadas.
- Rayado de progresión estable, con 84 estrías, una vuelta de estrías cada treinta calibres.
- Velocidad inicial: 2.507 pies por segundo

Proyectiles:
- Perforantes de los tipos AP y APC de 721 kilos de peso.
- Explosivos HC y HE , rellenos de lidita con un peso total de 625 kilos.
- Proyectiles de metralla: 5.000 balines.

Blindaje:
- Vertical primario: 9 pulgadas, con extremos de 6 a 4 pulgadas. Vertical superior e inferior, 7 pulgadas adelgazándose a 4 pulgadas.
- Mamparos primarios de proa y popa 4, 5 a 3 pulgadas.
- Barbetas: 10 pulgadas, derivando a 6 y 4 pulgadas.
- Torres, 10, 4 y 3 pulgadas.
- Cubiertas: promedios de 2 pulgadas, refuerzos suplementarios de 4 pulgadas cerca de las santabárbaras.
- Batería secundaria: 6 pulgadas.
- Puesto de mando: 11 a 3 pulgadas.
- Cortinas de blindaje: de 1 a 2,5 pulgadas.

Planta motriz:

Cuatro turbinas Brown Curtis acopladas a cuatro ejes, alimentadas por 21 calderas Yarrows de tubos grandes, ardiendo a presiones promedio de 225 libras por pulgada cuadrada. Turbinas operando a presiones similares. Potencia total de 37.000 HP.

Capacidad de 3300 toneladas de carbón y 520 toneladas de petróleo. Autonomía de 4400 millas. Reemplazados, posteriormente, por calderas Admiralty y turbinas Vickers-Armstrong.

Dotación:
- Original: 1.167 hombres
- Mínimo de navegación: 550 hombres
- Etapa final: 1.500 hombres

En agosto de 1914 se inició la Gran Guerra Mundial y el gobierno británico solicitó al gobierno de Chile la compra del acorazado (incluyendo al “Almirante Cochrane” que aún estaba en gradas de construcción, los cuatro destructores y los dos submarinos). El acorazado “Almirante Latorre” se incorporó a la Grand Fleet bajo el nombre HMS “Canadá”. (El “Almirante Cochrane” fue transformado en un portaviones y pasó a denominarse HMS “Eagle”). El ahora HMS “Canadá” formando parte del Cuarto Escuadrón de Batalla combatió en Jutlandia (31 de Mayo de 1916) donde disparó cuarenta y dos granadas de 14” y no recibió impactos del fuego alemán. Posteriormente fue trasladado al Primer Escuadrón de Batalla y en 1919 fue destinado al mar Mediterráneo.

Al servicio de Chile:

Gracias a las gestiones del Embajador de Chile en Londres, don Agustín Edwards y apoyado por el contraalmirante Luis Gómez Carreño, se adquirió nuevamente el acorazado junto con los cazatorpederos “Almirante Riveros”, “Almirante Williams” y “Almirante Uribe” y el remolcador “Sibbald”.

Reacondicionado y modernizado en su sistema de control de tiro y reforzamiento de corazas, el 1 de Agosto de 1920 se izó a bordo el pabellón nacional y la insignia del contraalmirante Luis Gómez Carreño, zarpando a Chile el 27 de Noviembre de 1920. Arribó a Valparaíso el 20 de Febrero de 1921. El día 21 fue revistado por el Presidente de la República, don Arturo Alessandri Palma.

El acorazado “Almirante Latorre” al incorporarse a la Escuadra de Chile pasó a ser el buque insignia del Contraalmirante Luis Gómez Carreño. Su comandante fue el capitán de navío, don Braulio Bahamonde. Esta unidad de combate se constituyó, claramente, en una unidad superior a cualquier combinación táctica existente en el continente americano, exceptuando a los EE.UU., los que demostraron este punto de manera directa con el fondeo en Valparaíso, de siete de sus acorazados de la escuadra del Pacífico pocos días antes del arribo del “Almirante Latorre” en Noviembre de 1921.

En Abril de 1922 el acorazado zarpó al puerto panameño de Balboa para carenar sus fondos por no existir aún en el país un dique que lo pudiera contener. Por ello se construyó el dique seco Nº 2 en el puerto de Talcahuano, el cual fue inaugurado el 15 de Julio de 1924, permitiendo atender las necesidades de mantenimiento del inmenso navío. Al ingresar al dique y cerrarse la compuerta, los fuertes de la plaza de Talcahuano rompieron el fuego con una salva de 21 cañonazos y las bandas ejecutaron los himnos nacionales de Chile y Francia, esto último por la nacionalidad de los constructores del dique.

Entre los meses de Abril de 1923 y 1924 izó su insignia en el acorazado el contraalmirante Luis Langlois, siendo sucedido por el contraalmirante Luis Guillermo Soffia y en 1925 por el contraalmirante Arturo Swett.

En 1926 tomó el mando de la Escuadra, el contraalmirante Braulio Bahamonde y se sucedieron varios relevos en el mando del acorazado debido a convulsiones políticas de la época en el país.

Después de 8 años de servicio activo, más los años servidos durante la Primera Guerra Mundial, se hizo necesaria una modernización de la artillería antiaérea y un cambio de las calderas de carbón a petróleo. El 19 de Noviembre de 1928 se nombró una comisión para evaluar los trabajos necesarios en construcción naval, máquinas, calderas, armamento, comunicaciones, navegación y otros cargos, para ser puestos en conocimiento de expertos británicos. Esta comisión estuvo compuesta por el contraalmirante Francisco Nieto que la presidía, los capitanes de navío Ricardo Dorias y Calixto Rogers, el capitán de navío, ingeniero inglés Cecil Hoare, el capitán de fragata Guillermo Ilabaca, los capitanes de fragata ingenieros, Julio Pinto y Aurelio Castro. El 15 de Mayo de 1929, zarpó de Valparaíso a Devenport (Inglaterra) al mando del capitán de navío Calixto Rogers, recalando en Balboa, cruzando el canal de Panamá, continuando a Puerto España (Trinidad) para aprovisionarse de carbón. Desde allí se dirigió a las islas Azores (Portugal), desde donde zarpó el 19 de Junio para tomar rumbo hacia Plymouth (Inglaterra), arribando el día 24 de Junio. Al día siguiente se dirigió a Devenport donde se iniciaron las reparaciones y transformaciones de sus calderas de carbón a petróleo e instalación de un sistema de armamento antiaéreo; se le mejoró su protección antitorpedos, disminuyendo su calado en 4 pies y se le instaló una catapulta para lanzamiento de hidroaviones. También se le instaló una cofa en el palo mayor para dirigir la artillería. Regresó a Chile el 12 de Abril de 1931, trayendo en sus cubiertas a los remolcadores de 33 toneladas “Intrépido” y “Moctezuma”.

Al regreso de este viaje, estando fondeado en Coquimbo, el acorazado fue el cuartel central de la marinería rebelada, durante la llamada sublevación de la Escuadra de 1931. Durante dicha coyuntura, el “Almirante Latorre” repelió un bombardeo aéreo realizado por la Fuerza Aérea de Chile, leal al gobierno de Manuel Trucco.

Entre 1931 y 1935 el acorazado permaneció en la reserva activa, debido a los problemas económicos del país. La calidad del acorazado era tal y su condición material tan buena que incluso Estados Unidos de Norteamérica ofreció comprarlo a mediados de 1941 y luego en 1942. Las capacidades profesionales del personal chileno aseguraban que el buque seguía teniendo un excelente nivel de mantenimiento. La negativa de venta a los EE.UU., junto con el intenso servicio de patrullaje del acorazado, como centro de la Escuadra de Chile, protegiendo los puertos carboníferos del área de Concepción y los dedicados a la exportación de cobre y otros materiales estratégicos del norte del país fueron claramente brillantes. A finales de la Segunda Guerra Mundial el servicio del acorazado se incrementó con la recepción de un equipo de radar y otros de guerra electrónica que le proporcionaron una gran ventaja de combate.

La noche del 21 de Mayo de 1940 se desató un fortísimo temporal en el puerto de Valparaíso. Fuera de la bahía se hallaba el acorazado “Almirante Latorre”, que empezó a garrear, no resistiendo sus anclas. Todos los esfuerzos hechos por los remolcadores de la Armada no pudieron evitar que este coloso retrocediera y se acercara cada vez más al dique flotante. A cincuenta metros del dique se hallaba un langostero con el que el acorazado colisionó. La pequeña embarcación fue lanzada contra el dique y se hundió. Todos los esfuerzos hechos por la tripulación del “Almirante Latorre” para evitar una catástrofe fueron vanos. Pocos minutos más tarde la gran nave chocó con el dique que contenía al vapor Chile y ambos se hundieron. Después de grandes esfuerzos la tripulación del acorazado logró ubicarlo al abrigo del molo del puerto.

En el año 1950, el capitán de corbeta José Toribio Merino Castro diseñó e implantó la Central de Información de Combate – CIC que no existía en el acorazado. Ésta le permitió designar y controlar el fuego sin importar la visibilidad, ya sea de día o de noche. En 1951 se produjo un incendio en la sala de máquinas del “Almirante Latorre”.


Grupo scout de visita en la cubierta del "Almirante Latorre"

En Febrero de 1958, siendo ya un buque obsoleto, fue retirado del servicio activo. Sin embargo, ese mismo año un piquete de marinos argentinos desembarcó en la isla Picton del canal Beagle destruyendo las señales de navegación que allí se encontraban. Por este atropello a la soberanía chilena, la Armada de Chile movilizó todos sus efectivos hacia la zona austral, incluyendo al viejo acorazado “Almirante Latorre”. Los numerosos intentos de encendido de sus calderas produjeron tal cantidad de humo negro y espeso, que el puerto de Talcahuano, amaneció cubierto por una capa de humo que impedía ver el sol. Sus habitantes quedaron atónitos ante el espectáculo y al mismo tiempo maravillado de ver la silueta del querido “Almirante Latorre”, nuevamente llenando la bahía. La conclusión que se obtuvo fue que el “Almirante Latorre” estaba listo para incorporase a la Escuadra e ir a defender el territorio amenazado en el canal Beagle. La noticia recorrió todo Chile saliendo en primera página de los periódicos de todo el país. El conflicto se resolvió por los canales diplomáticos .Ésta fue la contribución póstuma del “Almirante Latorre” a un país que lo admiró con orgullo durante toda su larga vida.

El día 29 de Mayo de 1959 zarpó desde Talcahuano remolcado por el Cambrian Salvos con rumbo a Japón. Ha sido el acorazado más grande remolcado a través del Pacífico. Estuvo fondeado por varios años en la bahía de Hiroshima antes de desaparecer bajo los cortadores de acero que lo desguazaron.

Epílogo

Los almirantes que izaron su insignia en este poderoso acorazado, sentaron las bases de la marina actual; cimentaron su prestigio e hicieron escuela con su brillante actuación. No se olvidarán los nombres de Luis Gómez Carreño, Edgardo Von Schroeders de Sarratea, Luis Soffia, Arturo Swett, Escobra Molina, García Casteblanco, Abel Campos, Juan T. Germen, Vicente Merino Bielich, Luis Villarroel, Emilio Daroch, Juan Agustín Rodríguez, Alfredo Hoffman, Guillermo del Campo Rivera, Carlos Torres Hevia, Alejandro Gallegos, Danilo Bassi, Rafael Santibáñez, Julio Allar Pinto, Alberto de la Fuente, Francisco O´Ryan Orrego y Víctor Oelkers Stokers, quien fue el último que, como Comandante en Jefe de la Escuadra, izó su insignia en el grandioso navío.

Cuando el acorazado y la escuadra llegaban a puertos del Norte o del Sur, tonificaban de inmediato el entusiasmo de la gente y la economía del poblado. En los desfiles y ceremonias militares el sólo “Almirante Latorre” desembarcaba dos regimientos de marinería. Los primeros años nuevos que se celebraron en Valparaíso contaron con la presencia del “Almirante Latorre” el cual, empavesado con guirnaldas de luces, iluminaba el cielo nocturno y los cerros del puerto con sus potentes reflectores y acompañaba el inicio del nuevo año con el sonar de sus ruidosas sirenas. De sus tripulaciones sólo quedaron los recuerdos de jornadas esplendorosas al amparo de entrepuentes, camarotes, sollados y cubiertas que cobijaron a lo largo de su historia a centenares de oficiales, guardiamarinas suboficiales y grumetes que, en un accionar conjunto, hizo de esta nave un apostolado al servicio de Chile.



Rumbo a la historia